jueves, 19 de febrero de 2009

Formación Litúrgica

EL ALTAR

El altar representa a Cristo y es la mesa de su sacrificio y del banquete eucarístico para quienes caminamos hacia la patria celestial. Es el corazón del templo. Por eso se lo besa, se lo inciensa. Tiene que ser de piedra o mármol, dado que esta es la mejor manera de representar a Cristo "roca viva". ¡Es Cristo visible! Ya desde el antiguo testamento se construían altares para los sacrificios a Yahvé. Es conveniente que sea alto, grande, digno.

En la celebración eucarística, el centro del altar lo utiliza exclusivamente el Obispo o el Sacerdote, nunca el diácono ni menos el acólito o laico, porque es ahí donde se realiza el memorial de Cristo: La Eucaristía.

El altar tiene sus accesorios:

* EL MANTEL: pues es banquete lo que se celebra sobre el altar. En esa “mesa” Dios Padre nos servirá a su Hijo Jesús, como Cordero inmaculado, para alimento del alma.

* CANDELEROS: signos de la luz de la presencia de Cristo.

* EL CRUCIFIJO: colocado sobre el altar, pues cada misa es Calvario donde participamos de la cruz de Cristo.

* VASOS Y UTENSILIOS SAGRADOS: El cáliz, la patena, el copón y la custodia son los vasos sagrados de la mesa eucarística. El cáliz y la patena se usan para la celebración del Santo Sacrifico de la misa. El copón y la custodia sirven para conservar, trasladar o exponer el Santísimo Sacramento. Vaso subsidiario es la teca o caja pequeña, usada para llevar la comunión a los enfermos.

También son objeto de culto de uso en el altar, las vinajeras y el vasito de las abluciones; el incensario con la naveta, la campana o campanilla, las bandejas, el acetre o calderillo con agua bendita para las bendiciones y aspersion y su correspondiente hisopo para asperjar.

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