domingo, 29 de noviembre de 2009

El Tiempo de Adviento y algunas notas de la liturgia vaticana





Con la liturgia de este domingo, la Iglesia da comienzo al tiempo llamado de "Adviento", un tiempo de cuatro semanas  que los católicos dedicamos a meditar en nuestro interior acerca de cual es nuestra respuesta a las distintas venidas del Señor Jesús. Su primera venida como Verbo Encarnado asumiendo nuestra propia naturaleza para llevar al hombre al encuentro con Dios.
Su venida constante a nuestra existencia a través de su presencia sacramental, sobre todo Eucarística.
Y su venida definitiva "en el esplendor de su grandeza" al final de los tiempos, para instaurar  en plenitud el Reino de Dios y restaurar todo lo creado en el orden de la justicia original.
Entiéndase que la única respuesta positiva es la de ordenar nuestra vida según las enseñanzas del Evangelio.
"Dios todopoderoso y eterno, te rogamos que la práctica de las buenas obras nos permita salir al encuentro de tu Hijo que viene hacia nosotros, para que merezcamos estar en el Reino de los cielos junto a Él".


“El sábado pasado, por la tarde, durante las primeras Vísperas de Adviento en la basílica Vaticana, el Papa usó un nuevo báculo”. Lo anunció monseñor Guido Marini, en vísperas de la celebración con que se inicia el año litúrgico.

“Similar en las formas a la férula de Pío IX hasta ahora en uso – añade el Maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias –, éste puede ser considerado a todos los efectos el báculo de Benedicto XVI”. Donado por el Círculo de San Pedro, tiene una altura de 184 centímetros, pesa 2 kilos y 530 gramos, y tiene una mejor manejabilidad respecto al del Papa Mastai Ferretti, gracias a las más reducidas dimensiones del báculo y de la cruz. Y es también más liviano por 140 gramos, incluso por 590 respecto al de Juan Pablo II. De hecho, debe recordarse que el Papa Ratzinger ha utilizado inicialmente el báculo de plata coronado con el crucifijo – realizado por Lello Scorzelli – introducido por Pablo VI y luego usado también por Juan Pablo I y por el Papa Wojtyla. Posteriormente, desde el Domingo de Ramos del 2008, comenzó a utilizar la férula dorada en forma de cruz griega, perteneciente a Pío IX, también ella donada al Pontífice en 1877 por el Círculo de San Pedro. El antiguo sodalicio romano renueva así la tradición propia de fidelidad al Papa, testimoniada desde su fundación que se remonta a 140 años atrás, en el lejano 1869.

En la parte delantera del nuevo báculo de Benedicto XVI están representados, al centro, el cordero pascual, y a los costados, los símbolos de los cuatro evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El motivo de la red reproducido en los brazos de la cruz recuerda la de Pedro, el pescador de Galilea. En el reverso, están grabados: al centro, el monograma de Cristo – formado por las primeras dos letras de la palabra Christòs en griego, la X y la P entrelazadas juntas –, y en las cuatro extremidades, los rostros de los padres de la Iglesia de Occidente y de Oriente: Agustín y Ambrosio, Atanasio y Juan Crisóstomo. “El cordero y el monograma de Cristo puestos al centro – comenta monseñor Marini – reflejan la unidad del misterio pascual: cruz y resurrección”.

Deteniedo la mirada en el anillo de debajo de la cruz, se notan: en la parte superior, el nombre de Benedicto XVI “que lo personaliza y lo hace suyo”, explica el Maestro; en la inferior, el de los donantes, es decir, el Círculo de San Pedro. Un último elemento significativo, finalmente, se encuentra en la parte alta del báculo, donde está impreso el escudo del Papa Ratzinger.

Otra novedad predispuesta por la Oficina para las celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice para las Vísperas del sábado concierne a la imagen de la Virgen que será colocada bajo el altar de la confesión: se trata de la escultura de madera policromada, que representa a la Virgen en el trono con el Niño bendiciendo, que en los años anteriores era expuesta sólo en la solemnidad de la Santísima Madre de Dios y que el año pasado se introdujo desde la Noche de Navidad hasta la Epifanía. El tiempo de Adviento es, de hecho, un tiempo mariano en el que la espera del Señor que viene está acompañada por el ejemplo de la espera de María, como se subraya por el canto de la antífona mariana Alma Redemptoris Mater en la conclusión del rito.

La costumbre iniciada con Benedicto XVI de celebrar las primeras Vísperas de Adviento en San Pedro evidencia la apertura de un nuevo ciclo anual en el que la Iglesia revive todo el misterio de Cristo: desde la Encarnación hasta Pentecostés y la espera del retorno del Señor. Por eso, el adorno floral es sobrio, significando la especificidad litúrgica y espiritual de este tiempo de espera del Señor que viene, en el signo de la alegría pero también de la penitencia y de la vigilancia como evoca el estribillo cantado en las intercesiones: Veni, Domine, et noli tardare. En este mismo sentido debe comprenderse el uso del color morado en las vestiduras litúrgicas, que acompaña todo el tiempo de Adviento, que comienza en las Vísperas del sábado 28.

Antes del inicio del rito, como en las otras celebraciones, está previsto un tiempo de preparación para que la asamblea se disponga a la oración, dejando atrás los ruidos y las distracciones de la vida cotidiana. En esta espera serán ejecutados algunas piezas musicales y se leerán pasajes de la homilía de Benedicto XVI en las primeras Vísperas de Adviento del 2008.

Durante la celebración propiamente dicha, que comenzará a las 17 horas, breves pausas de silencio al final de los salmos y de la lectura breve ayudarán a la oración personal y al recogimiento. La lectura breve, tomada como de costumbre de la primera carta de San Pablo a los Tesalonicenses, adquiere en esta circunstancia un significado particular. El primer viaje internacional de Benedicto XVI en el 2010 será, de hecho, a Malta, para celebrar los 1950 años del naufragio del Apóstol en la isla del Mediterráneo. 
(Fuente: La Buhardilla de Jerónimo)


martes, 24 de noviembre de 2009

No lo dudes, Dios te ama.

¿Te parece algo común y sabido el título de esta entrada? Quizás te recuerde aquello de: "Sonríe Dios te ama". Y puede suceder que se lo tome como algo "bonito". Te invito a leer, quizás encuentres algo más profundo, quizás se transforme en un encuentro con...DIOS.

 Me imagino que esto ya lo sabes, pero la pregunta es ¿Ya lo has experimentado? Porque el amor no se comprende, se siente. Si es así, permíteme preguntarte ¿Vas a la Iglesia solo por obligación? ¿Qué tan seguido buscas a Dios a través de la oración? La realidad es que la mayoría ve a Dios como un peso de leyes por lo tanto no tiene una relación personal con El. Lo toma como una pastilla para el dolor. Una vez que se siente aliviado se olvida de El. Esto es porque en realidad no esta enamorado de El.


Si hermano, hablo del amor que Dios siente por ti, pero que tú no has experimentado de manera personal, porque te has resistido a ese amor.

Hoy puedes empezar a experimentar ese amor que como se dice popularmente cuando te sientes amado y correspondido al sentirte cerca de la persona amada: “sientes que te tiembla todo el cuerpo y se te debilitan las piernas”. Precisamente resulta que cuando estas cerca de la persona amada el tiempo se te hace corto y cuando esta lejos el tiempo se te hace largo.

Quiero ayudarte a experimentar este amor de Dios, pero ante todo, quiero pedirte que no te resistas, solo déjate amar.

Ahora déjame explicarte como Dios ama aunque realmente es muy difícil explicar lo que uno siente en el corazón:

1° Dios te ama de manera personal y efectiva porque El es tu Padre.

Dios como Padre no te ama de una manera afectiva (con besos, abrazos o caricias), sino de una manera efectiva, es decir: creó un mundo hermoso con el propósito de que tu y los que amas lo habiten, te ha dado todo lo que tienes: vida, salud, talento, una familia, etc., para que prosperes y seas feliz. Dice la Biblia:

Con amor eterno te he amado, por eso prolongaré mi cariño hacia ti. Jer. 31,3

Dios nos conoce a cada uno de nosotros de manera personal, como un Padre que ama y conoce a cada uno de sus hijos, así es el amor de Dios hacia ti. Sabe si estas triste o alegre, conoce tus inquietudes, tus sueños, tus preocupaciones. Eres único y especial. No hay otro que se parezca a ti. No hay otro que sea idéntico a ti. Nunca te ha dejado de amar y desea que lo tomes en cuenta en tu vida, no hace falta que hables, El sabe lo que hay en tu corazón. Eres valioso para El.

2° Dios te ama sin pedirte nada a cambio.

Estamos tan acostumbrados a que nos digan que somos lo peor, que no valemos nada, que si tenemos es por pura suerte. Entonces, si llega alguien y te dice que Dios te ama sin condiciones, que vales mucho para El, pues no le creemos. O pensamos que ha de ser a cambio de algo.

Nos pasa como cuando queremos el amor de alguien. Compramos cosas y la llenamos de detalles puesto que pensamos que solo así conseguiremos su amor. Pero entiéndelo: ¡Dios no te pide nada a cambio! La Biblia dice que:

Dios es Amor. 1 Jn. 4, 8

Por lo tanto, El no te puede dejar de amar, su esencia es de amor. No pienses que Dios castiga, porque no es así. Dios es el Dios que nos presento Cristo, es amor. Por eso para quien ha experimentado el amor de Dios los problemas son pruebas de Dios, en cambio para el que no, son castigo de Dios.

Dios nunca te abandona, ni te abandonara; el te Ama. Dice la Biblia:

¿Podría una madre olvidarse del hijo de sus entrañas?
Pues yo nunca me podré olvidar. Is. 49,15.

Una mujer aunque llegue a abandonar a su hijo, jamás lo podrá olvidar. Pues Dios con amor de Padre y de Madre jamás se olvidará de ti.

Para darte su amor ¿Qué te pide entonces? Nada, su amor es sin condiciones. Cuantas veces decimos “Me tienes que amar porque yo te amo”. No. El verdadero amor se da sin esperar nada a cambio, solo se busca que el ser amado sea feliz. Así es el amor de Dios hacia a ti.

Por eso yo te pregunto:

¿Dios te ama porque ayudas a los pobres? La respuesta sería ¡No!
¿Dios te ama porque visitas a los enfermos? ¡No!
¿Dios te ama porque lees la Biblia? ¡No!
¿Dios te ama porque eres católico? ¡No!
¿Dios te ama porque eres evangélico? ¡No!
¿Dios te ama porque eres bueno? ¡No!

Dios solo te ama porque El es Amor y eres su hijo.

3° Dios te ama porque eres su hijo y quiere lo mejor para ti.

Dice San Pablo:

A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos. Ef. 3,20.

Tú eres su hijo. El es tu Padre, y como todo padre desea lo mejor para ti. ¡Te quiere ver feliz! Sin embargo, lo que un hijo puede creer que es lo mejor para el, es muy distinto a lo que el padre puede pensar. El es el mayor, el conoce la realidad y sabe que es mejor para su hijo. Aunque puede que su hijo piense que no es bueno o haga berrinche por no haber obtenido lo que quería: un padre solo quiere lo mejor para su hijo. Si un padre terrestre es así, imagínate como será nuestro Padre Dios. Dios solo te da lo mejor, aunque al negarte algunas cosas, tu creas que no te ama o dudes de su existencia.

En la película “Todopoderoso” de Jim Carrey se ve una idea acerca de que pasaría en el mundo si Dios nos complaciera con todos nuestros caprichos, el mundo seria un completo desorden.

A veces Dios nos pone pruebas que por difíciles que parezcan nos hacen madurar, nos hacen crecer, no hay que desesperarse. Como dicen por ahí, que no hay mal que por bien no venga.

Dios como Padre quiere que alcances tus sueños.
Dios como Padre quiere que logres esa profesión.
Dios como Padre quiere que obtengas ese trabajo.
Dios como Padre quiere que encuentres un buen esposo (a).
Dios como Padre quiere ¡QUE SEAS FELIZ!

Hoy puedes empezar a tener una relación personal con El. Aunque me dirás que llamarlo Padre no se te hace familiar, te diré que en realidad se le aclama como “Abba” es decir “Papa con cariño” o sea “Papito”.

¡Vamos regresa a casa como el Hijo Prodigo! (Lc. 15,11-32) ¡Vamos dirígete a El! ¡Vamos corresponde a Su amor! Dile Papa, papito te quiero mucho. Papito te necesito. Me haces mucha falta…


(Fuente: Evangeliza.com)



lunes, 23 de noviembre de 2009

ENTÉRATE SI ESTAMOS EN LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO


 El texto que sigue podrá ser aprovechado tanto por el católico comprometido, como para aquel que, aunque bautizado católico, duda de su Iglesia. También le será útil al indiferente y al que se siente muy distante de la Iglesia Católica. Será bueno entonces tomarse unos minutos para su lectura, y si se anima puede hacer un comentario.

Como decía en un libro anterior, Jesucristo fundó la Iglesia con su propia sangre (Hech 20,28). La Iglesia es la Gran Familia de Dios hecha con la finalidad de que no estemos solos. Es a la Iglesia a quien le da la orden de que vayan por todo el mundo a predicar su evangelio (Mc 16,15). Con el problema que existe ahora con tantas iglesias y como se contradicen entre si, es importante que estemos en la verdadera iglesia, la cual es: base y pilar de la verdad” (1 Tim 3,15).


Antes que nada, debo aclarar que esa Iglesia no se reconoce por su nombre, sino por sus características. En realidad Jesús no le puso nombre a su Iglesia y al principio no se distinguía con algún nombre, solo se decía la Iglesia de Cristo y ya. Era obvio, puesto que solo existía una Iglesia nada más, por lo tanto no era necesario el nombre.


Por lo tanto, la Iglesia de Cristo se reconoce más por sus características que por el nombre. En el credo se te enseña cuales son las características, desgraciadamente no se pone mucha atención. Este credo fue elaborado en los concilios de Nicea y de Constantinopla en el siglo IV y es fruto de verdaderos católicos estudiosos de la Palabra de Dios, mucho más estudiosos que nosotros. Ellos nos enseñan después de un estudio consciente de la Palabra de Dios y de la historia primitiva de la Iglesia con estas palabras:

CREO EN LA IGLESIA QUE ES: UNA, SANTA, CATOLICA Y APOSTOLICA.

Así que después de esta declaración de fe, vemos que son 4 las características de la Iglesia de Cristo.  Aquí las explico, una por una.

Una: Es claro que la Iglesia de Cristo es una, la Biblia lo afirma: "Y yo a tu vez te digo; que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia" (Mt 16,18a) aquí claramente se habla de una sola Iglesia, puesto que "mi Iglesia" es singular y no plural. Entonces Cristo fundó una sola Iglesia.

Por lo tanto, nadie puede venir después, fundar una nueva iglesia y decir que es la de Cristo o que también esa es la de Cristo. Porque la iniciativa ya la tomo Cristo desde antes.

Algunos dicen que: “Es verdad que Cristo fundó una sola Iglesia, pero esta se acabo.” ¡Pero esto es imposible! Puesto que Jesús prometió que "los poderes del infierno no prevalecerían en contra de ella" (Mt 16,18b) esto quiere decir que nadie puede destruir la Iglesia de Cristo. El Imperio Romano Pagano intento destruir la Iglesia pero no lo logró, a pesar de que en las persecuciones murieron muchos cristianos, Roma se convirtió al Cristianismo. En Mt 28,20b afirma Jesús: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" Es obvio entonces, que la Iglesia de Cristo duraría todos los días hasta el fin del mundo. Aquí no se habla de "Si se portan bien voy a estar con ustedes, pero, si se portan mal los voy a dejar y fundare nuevas iglesias". Por lo tanto, actualmente hay una sola Iglesia fundada por Cristo que durará hasta el fin del mundo. Mas adelante les diré cual es.

Santa: Otra característica que notaras, tiene como objetivo llevar a los hombres a la santidad. ¡Cuantos frutos de santidad ha dado la Iglesia! ¿Quiénes? Algunos dirán. Caray, hay bastantes nombres: San Martin de Porres, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, La Madre Teresa de Calcuta, etc. Muchos de ellos reconocidos por Iglesias Protestantes. Pero la Iglesia de Jesús es más Santa porque su fundador es Santo y porque el Espíritu Santo es el alma de ella (Jn 14,16). Es cierto que en la Iglesia de Cristo hay muchos pecadores. Pero, ¿Quién es uno para juzgarlos? La Iglesia propone no impone. Aquellos que critican a la Iglesia por que hay pecadores o que deberíamos expulsar a los malos, se olvidan de la parábola del sembrador (Mt 13,24ss) ahí se dice claramente que el Señor hará la separación. Entre los apóstoles ¿no hubo un Judas?, Pedro ¿acaso no negó a Jesús y lo puso después a cargo del rebaño? Hermano: dejemos de juzgar a los demás, puesto que uno solo juzga las apariencias, en cambio Cristo juzga los corazones. Querer que en la Iglesia haya puros santos es un sueño de niños.

Católica: La Iglesia se reconoce por ser abierta: Universal, es decir, para todo el mundo y para todos los tiempos. La Iglesia se tiene que distinguir del pueblo judío, el cual era cerrado. Ellos no iban a convencer a otros para que formaran parte de su pueblo. En cambio, la Iglesia si evangelizaba. El termino “católica” lo utilizó por primera vez San Ignacio de Antioquia en su carta a los Esmirneanos Verso 8: Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo; tal como allí donde está Jesús, allí está la Iglesia Católica.” Refiriéndose obviamente a la Iglesia que fundo Cristo. Esta es una forma de responder: no somos una secta judía, somos una Iglesia Católica (universal). A partir de este tiempo, este fue el termino con el que se empezó a distinguir a la Iglesia de Cristo, hasta que se adoptó como nombre. Independientemente del termino, la Iglesia en su actuar, primero ha sido católica y después cristiana. Jesús era católico, es decir, era abierto y no rechazaba a nadie y mando que su Iglesia fuera católica (abierta, universal) (Mc 16,15). En cambio, fue después que a los seguidores de Cristo los empezaron a llamar cristianos (Hech 11,26). Por lo tanto, así como a los seguidores de Cristo se les llama Cristianos, es importante también llamarlos Católicos (Cristianos Católicos).

Ahora, ¿Cómo llegar a la conclusión de que la Iglesia Católica es la misma que fundo Jesús? ¿A que Iglesia pertenecían los primeros cristianos?

Sencillo. Una vez que hemos dicho que la Iglesia de Cristo es Una y que duraría hasta el fin del mundo, lo único que nos faltaría ver es ¿Cual es la única Iglesia que tiene casi 2,000 años de existencia? La respuesta es clara, la Iglesia Católica. ¿Porque? Porque examinando la fecha de inicio de cada grupo nos damos cuenta que la Iglesia Católica es la única que se remonta hasta Cristo. A continuación una lista de las iglesias y grupos protestantes más importantes y el año en que iniciaron:














Además tenemos la lista de todos los papas desde Pedro hasta el papa actual. Solo la Iglesia puede demostrar sus casi 2000 años de existencia.


Muchos hermanos separados dicen ser la Iglesia de Cristo, porque el nombre de su Iglesia esta en la Biblia y el nombre de católica no lo esta, a ellos les digo: ¿de donde sacan la idea que el nombre de la Iglesia debe de estar en la Biblia? Vuelvo a insistir ¡Jesús no le puso nombre a su Iglesia! La Iglesia se reconoce por sus características, mismas que estamos mencionando aquí. Además, la mayoría de los grupos dicen lo mismo. Por ejemplo: los Testigos de Jehová, afirman que la Biblia se refiere a ellos en Is 43,10, la Luz del mundo dice que Mt 5,14 se refiere a ellos y así podríamos enumerar más grupos. Pero, si esto es cierto y por lo tanto son la Iglesia de Cristo: ¿Donde estaban antes? ¿Donde han estado a lo largo de 2,000 años? La mayoría dice que estaban escondidos (ahora da la casualidad que todos se escondieron); pero no se supone que la orden de Jesús era que predicaran por todo el mundo (Mc 16,15). Además de que si estaban escondidos a la historia no se les escapa su escondite. Así que la verdad, no existían.

Como ya lo dije antes, a la Iglesia de Cristo se le empezó a llamar Católica hasta el año 110 por un discípulo del Apóstol Juan; San Ignacio de Antioquia.

Apostólica: Esta característica es porque la Iglesia está fundada sobre los apóstoles (Ap 21,14). Ahora, entre los apóstoles sobresale Pedro. Acuérdate de la promesa que hizo Jesús a Pedro, de que edificaría sobre él su Iglesia, por eso decimos también que la Iglesia es apostólica. Nuestros hermanos separados dicen que en Mt 16,18, cuando Jesús dice "sobre esta piedra edificare mi Iglesia" se refiere a Jesús mismo. La misma Biblia Versión Valera traduce: "Tu eres Petros=Pedro y sobre esta Petra=Roca edificare mi Iglesia". Quiero aclarar que la Palabra Petra significa Piedra no Roca y que Petros o Pedro efectivamente como dicen ellos significa Piedrecilla; pero, es que Petros ya es un nombre compuesto, porque Petra suena femenino. Además, hay que aclarar que Jesús no hablaba en griego, Jesús hablaba en arameo. Lo importante es que fue lo que dijo Jesús y vemos en Jn 1,42 que Pedro se llamaba antes Simón y le cambió el nombre "te llamaras kefas" en arameo (que significa piedra, roca, peña). Así que en Mt 16,18 en realidad Cristo dijo: “Tu eres Kefas (piedra) y sobre esta Kefas (piedra) edificare mi Iglesia” Cristo es la piedra principal de la Iglesia (Ef. 2,20) Pero Cristo nombra a un representante (Mt 16,18). Cristo tiene toda autoridad y deja toda autoridad a Pedro (Mt 16,19). Cristo es el Buen Pastor y deja como Pastor Supremo a Pedro (Jn 21, 15-17).

Conclusión

Por lo tanto hermano, solo la Iglesia Católica es la Iglesia que Cristo fundó. Los demás grupos vinieron después. Debemos permanecer fieles a esa Iglesia si deveras queremos a Cristo, el cual desea que permanezcamos unidos "que todos sean uno" (Jn 17,21). Una sola familia nada mas. La unidad es necesaria entre los cristianos para buen testimonio con los demás.



MAS PUNTOS IMPORTANTES SOBRE ESTE TEMA:


*Muchos hermanos separados dicen que en Mt 16,19 "Dar las llaves" significa "Abrir el reino" y que Pedro lo abrió en Pentecostés. No pudo haber sido Pedro por que Jesús fue quien lo hizo (Mc 1,14-15). En Mt 16,19 Jesús cumple con la profecía de Isaías 22, 22-23: "Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá y nadie cerrará; y cerrará y nadie abrirá. Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su Padre" (Biblia versión Valera). Obviamente aquí se refiere a la Iglesia dirigida por Pedro. Algunos grupos dicen que aquí se refiere a Jesús, porque en Ap 3,7 Jesús tiene las llaves. Pero no es así, porque si tu analizas el contexto de esta cita veras que se refiere a Eliaquim y el puesto de Eliaquim en el palacio es de mayordomo. Jesús usa un ejemplo de la realidad de su tiempo, es decir, el rey elige a su mayordomo, Jesús es el rey tiene las llaves (Ap 3,7) y nombra a su mayordomo (Mt 16,19). Una ocasión un misionero mormón me dijo que lo que yo estaba diciendo era pura lógica mundana y no el pensamiento de Jesús, dije yo: "pura lógica mundana; analiza Jn 10, 2-3 y ve si es pura lógica mundana". Jesús es el Buen Pastor, el redil es la Iglesia y ¿El portero? obviamente es Pedro.

*Otros hermanos separados dicen que Jesús fundó su Iglesia sobre la confesión de fe del apóstol Pedro. La respuesta es que Mt 16,16 es fundamento de nuestra fe, sin embargo, Mt 16,18 se refiere a Pedro. Si no, la pregunta seria porque Jesús no le dijo primero lo mismo a Natanael (Jn 1,49).

*¿Por qué decimos que el Papa y los obispos son sucesores de los apóstoles? Sencillo, si Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20), entonces no se estaba refiriendo nada mas a ellos, puesto que los apóstoles ya murieron, es obvio que se refería también a los que dejaran en su lugar los apóstoles. Entre los discípulos de Cristo vemos que no todos tenían la misma autoridad, vemos que reunió a 12 Apóstoles a quienes dio una autoridad mayor (Mt 18,18). Sobresaliendo como ya lo dijimos antes, el Apóstol Pedro (Lc 22,31-32). Todos somos iguales, pero Cristo solo dejo la autoridad a unos cuantos.

* Puesto que Pedro se dirigió a Roma y ahí murió (1 Pe 3,15 En este texto se le llamaba Babilonia a Roma) , su sucesor el obispo de Roma tiene los mismos poderes que tenia el Apóstol Pedro. En cambio los obispos son los sucesores de los Apóstoles. Los Presbíteros (Sacerdotes) son colaboradores de los Apóstoles. A todo esto se le llama Sucesión Apostólica que se transmitía mediante la imposición de manos, la cual no cuentan nuestros hermanos separados por ser grupos que se formaron máximo hace 500 años. Ver también: 1 Tim 5,22; 2 Tim 1,6 y Ti 1,5.
(Fuente: Evangeliza.com).






sábado, 21 de noviembre de 2009

Nuestro Señor Jesucristo Rey Universal




Realeza y realismo - Desde los supuestos humanos, Cristo no podía ser aclamado como rey. Le faltaba cuna, méritos políticos, heroísmos sociales, aclamación popular. Y de Jesucristo ni siquiera se aceptaba su sabiduría y liderazgo social, porque era conocido como el hijo de José y María, y vecino de Nazaret. Por eso el Señor se apresura a clarificar que su reino no es de este mundo. Con ello afirma su realeza y rechaza sospechadas pretensiones de gobierno político y de prevalencia o prestigio social. La realeza de Cristo se engarza esencialmente con su identidad divina y, por tanto, con los valores no aparentes sino reales, originarios y permanentes, radicales y definitivos. Así lo proclama el Señor: «Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad».


La realeza de Cristo nace de la Verdad infinita, goza de la capitalidad universal y está en el origen y en el fin de toda realidad. Cristo es la Verdad porque es Dios. La realidad, todo cuanto es, tiene su origen en Dios. Nada ni nadie tiene en sí mismo fuerza para ser ni para permanecer en la existencia recibida. La Verdad, origen de todo y referencia para todo y para todos, es la que da consistencia a toda sabiduría y verifica el bien en todas sus dimensiones. Dios es quien existe por sí mismo y da la existencia a todo, lo sostiene todo y lo ordena todo hacia la perfección en la plenitud del equilibrio definitivo. Es Dios quien lo rige todo con el mayor de los aciertos y con la más difícil de las estrategias. Dios reina con el amor que se vuelca incondicional y universalmente y, desde el amor infinito, ejerce el máximo respeto que, en el caso del ser humano, se plasma en el don de la libertad. Este don precioso, identifica y dignifica al hombre y le compromete en la corresponsabilidad sobre sí mismo en unión con Dios, creador y salvador suyo.
Las reflexiones precedentes nos llevan a concluir que la realeza de Dios, que está en el origen de todo y de todos, no se impone irremisiblemente a nadie. Se anuncia, se manifiesta, y nos invita a aceptarle. Cristo es la Palabra viva del Padre que nos da a conocer a Dios. Por eso dice: «Quien me ve a mí, ve al Padre». Ésta es la razón por la que el Señor, junto a la clarificación de la esencia de su realeza, clarifica también la identidad de quienes integran su pueblo: «Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
El texto evangélico nos enfrenta con la identidad esencial de Cristo y con la identidad vocacional nuestra. Aceptar la realeza de Jesús nos lleva al realismo más integral y fructífero. Ése es el camino. No olvidemos que Cristo dijo de sí mismo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida».
(Fuente Conoceréis de verdad.org)



"Summorum Pontificum" y la "reforma de la reforma"


 DECLARACIONES DE MONS. GUIDO POZZO

El acceso a la Liturgia Gregoriana no se trata de una concesión hecha a los fieles sino de un derecho de los fieles

El secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Guido Pozzo, ha ofrecido una entrevista a L’Homme Nouveau, en la que habla sobre la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum y, más en general, sobre la “reforma de la reforma”.

¿Cómo valora la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum en el mundo, en Europa, y particularmente en Francia?

En general, me parece que a dos años de la publicación de Summorum Pontificum, la situación es bastante diversa. Generalizar o simplificar sería injusto. Tal vez en Francia y en el centro-norte de Europa, los problemas son más agudos pero en un período transitorio son comprensibles las reacciones psicológicas y los interrogantes. Las dificultades para satisfacer las exigencias de los fieles que piden la celebración de la Santa Misa en la forma extraordinaria se deben, a veces, a actitudes hostiles y a prejuicios; otras veces, a obstáculos prácticos como la insuficiencia de clero, la dificultad de encontrar sacerdotes capaces de celebrar dignamente según el Rito antiguo. Además, es difícil ver cómo armonizar la catequesis y la pastoral de la celebración de los sacramentos en el Rito antiguo con el cuidado pastoral y la catequesis ordinaria en las parroquias. Es claro que los obispos y los sacerdotes están llamados a acoger los legítimos pedidos de los fieles, según las normas establecidas por el Motu proprio, partiendo de que no se trata de una concesión hecha a los fieles sino de un derecho de los fieles a tener acceso a la Liturgia gregoriana.

Por otra parte, es claro que debemos ser realistas y actuar con el tacto necesario, porque se trata también de realizar una obra de formación y educación en la perspectiva introducida por el Papa Benedicto XVI con Summorum Pontificum. Estamos invitados a considerar las dos formas como dos usos del único Rito litúrgico y a no verlas en oposición sino, al contrario, como expresión de la unidad sustancial de la liturgia. Estamos llamados a acoger la forma mentis sobre la que se basa el Motu proprio: la prioridad es siempre la continuidad de la historia de fe de Iglesia (lex orandi y lex credendi). La renovación del Concilio Vaticano II debe ser entendida en continuidad con la gran tradición doctrinal de la Iglesia. En la historia de la liturgia hay crecimiento y desarrollo interno, pero se debe rechazar toda ruptura o discontinuidad con el pasado. El patrimonio y el tesoro espiritual de la riqueza litúrgica incluidos en la forma antigua del Misal Romano, hechos visibles de modo particular en el uso antiguo del rito, no deben permanecen al margen de la vida de la Iglesia sino que deben ser correctamente promovidos y apreciados en las diócesis y en las diversas realidades eclesiales.

Muchos pedidos para las Misas celebradas en la forma extraordinaria no parecen llegar a buen término a causa del rechazo de párrocos u Ordinarios. ¿Es posible un recurso a vuestra Comisión?

El procedimiento indicado por el Motu proprio debe ser respetado. Los fieles deben, en primer lugar, dirigirse al sacerdote y, si hay dificultades, al obispo. Solamente en el caso de que surjan objeciones o impedimentos por parte del obispo para la aplicación del Motu proprio, los fieles podrían dirigirse a la Pontificia Comisión Eclesia Dei; por otra parte, el obispo mismo puede dirigirse a la Comisión por las dificultades que surgiesen por diversos motivos, para que la Comisión pueda ofrecer asistencia y sugerencias. Es necesario, sin embargo, precisar bien que el modo de proceder de la Comisión es institucional, como con cualquier otro organismo de la Curia romana. Los interlocutores de la Comisión son los Ordinarios, obispos y superiores religiosos [concepto que mons. Pozzo ya había expresado un mes atrás en otra entrevista]. Los fieles que lo juzguen conveniente pueden enviar información y señalar eventuales problemas y dificultades a la Pontificia Comisión, la cual, por su parte, se reserva el deber de examinar y decidir si debe proceder, y de qué manera, en contacto con el Ordinario del lugar.

Un documento de interpretación del Motu proprio había sido anunciado varios meses atrás. ¿Aparecerá próximamente?

En el artículo 11 del Motu proprio se dice, entre otras cosas, que “esta Comisión tiene la forma, las tareas y las normas que el Romano Pontífice desea asignarle”. Una instrucción debería seguir oportunamente para precisar algunos aspectos referentes a la competencia de la Pontificia Comisión y a la aplicación de algunas disposiciones legislativas. El proyecto está en estudio.

Más en general, ¿vuestro trabajo se introduce en el eventual cuadro de una “reforma de la reforma”?

La idea de una “reforma de la reforma litúrgica” ha sido propuesta, en diversas ocasiones, por el entonces cardenal Ratzinger. Si mal no recuerdo, ha dicho también que esta reforma no sería el resultado de un trabajo de oficina de una comisión de expertos sino que requeriría una maduración en la vida y en la realidad eclesial toda.

Pienso que, en el punto al que hemos llegado, es indispensable actuar en la línea que indicaba el Santo Padre en la carta de presentación del Motu proprio sobre el uso del Rito Romano anterior a la reforma de 1970, es decir, que “las dos Formas del uso del Rito romano pueden enriquecerse mutuamente” y que “lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser improvisamente totalmente prohibido o incluso perjudicial. Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto”. Así se ha expresado el Santo Padre.

Por lo tanto, promover esta línea significa contribuir efectivamente a esa maduración en la vida y en la conciencia litúrgica que podría llevar, en un futuro no muy lejano, a una “reforma de la reforma”. Lo que actualmente es esencial para recuperar el significado más profundo de la liturgia católica, en los dos usos del Misal romano, es el carácter sagrado de la acción litúrgica, el carácter central del sacerdote como mediador entre Dios y el pueblo cristiano, el carácter sacrificial de la Santa Misa, como dimensión primordial de la cual deriva la dimensión de la comunión.

Curiosamente, la comisión para la aplicación del Motu proprio Summorum Pontificum ha mantenido su nombre, debido al precedente Motu proprio. ¿Hay alguna razón para haberlo conservado?

Soy de la opinión de que la razón está en la continuidad sustancial de esta institución, aún teniendo en cuenta la oportunidad de su modernización y de las necesarias integraciones, debidas a las contingencias del momento histórico eclesial

Fuente: Messainlatino.it
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Resucitó Jesús?

Si usted es una persona de fe, no se hace esta pregunta, y si se la hiciera, ya sabe la respuesta. Pero si usted no es persona de fe, seguramente puede hacerse esta pregunta (si es que algo dentro suyo que lo cuestiona). Muy bien si quiere tómese un momento, lea y sepa la respuesta.
Sinopsis: La Biblia no deja ninguna duda al respecto: Jesús resucitó. No quedó en coma ni nada parecido. Murió y resucitó de entre los muertos. Siempre han existido quienes han pretendido poner en duda esta verdad, y los débiles de fe tienden -en un acto de irresponsabilidad- a concederles credibilidad fácilmente.
Cuando se pone en duda que Jesús resucitó no es cualquier cosa la materia del ataque. Lo dice Pablo:
"Y si Cristo no resucitó, nuestra predicación no tiene contenido, como tampoco la fe de ustedes." (1 Co 15, 14)
Quien pone en duda que Jesús resucitó está diciendo que el cristianismo es vano. Los ataques más sofisticados son aquellos que incluso sostienen que la Biblia no dice que la resurrección ocurrió. Se dice, por ejemplo, que el original del evangelio de San Marcos -el cual sería una de las fuentes de los evangelios de Mateo y Lucas- no habría contenido la referencia a la resurrección, sino que el relato sería un añadido posterior. Aunque esto tiene respuesta, el argumento busca aprovecharse de la ignorancia de quien lo escucha, porque igual el testimonio de la resurrección está en un escrito bíblico mucho más antiguo que el evangelio de Marcos: la primera carta de San Pablo a los Corintios, escrita por el apóstol alrededor de veinte años después de la muerte de Jesús. Se lee allí:
"En primer lugar les he transmitido esto, tal como yo mismo lo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras;  que fue sepultado; que resucitó al tercer día, también según las Escrituras" (1 Co 15, 3-4)
Y hay otro testimonio más antiguo, también de Pablo, en el libro más antiguo del Nuevo Testamento, la primera carta a los Tesalonicenses:
"Todos hablan del éxito que tuvimos entre ustedes y de cómo se pasaron de los ídolos a Dios. Pues empezaron a servir al Dios vivo y verdadero, esperando que venga del cielo el que nos libera del juicio que se acerca: éste es Jesús, su Hijo, al que resucitó de entre los muertos. " (1 Tes 1, 9-10)
Pero por supuesto la Escritura recoge un hecho, no lo inventa. La tradición desde el principio hablo de la resurrección de Jesús, no es Marcos (o su fuente) quien introduce el hecho en la historia. Si hay algo que la temprana tradición cristiana conoció, fueron los relatos sobre la Pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Los malintencionados también sostienen que Nicodemo llevó mirra con áloe a Jesús, una mezcla que tendría fines medicinales, es decir, que Nicodemo fue a curarlo, y no a embalsamarlo. El texto donde dice eso es el siguiente:
"También fue Nicodemo, el que había ido de noche a ver a Jesús, llevando unas cien libras de mirra perfumada y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, según la costumbre de enterrar de los judíos." (Jn 19, 39-40)
Para empezar, el áloe tenía muchos usos, incluso servía para producir acíbar, un purgante amargo, así que de milagro los malintencionados no dicen que Nicodemo fue a purgar a Jesús. La mirra también servía para muchas cosas. Pero hay un detalle que debe ser explicado primero. ¿Por qué lleva tanta mirra y áloe Nicodemo? El evangelio habla de la pasmosa cantidad de CIEN LIBRAS. Eso es una cantidad exagerada sea cual sea su propósito.
Las primeras pistas para entender la aparente exageración reposan en el Antiguo Testamento. Para empezar, con mirra se fabricaba un unguento para santificar el área donde estaba el Arca de la Alianza:
"Yavé dijo a Moisés: “Toma aromas escogidos: de mirra pura, quinientos siclos; de cinamomo, doscientos cincuenta; de caña aromática, doscientos cincuenta; de canela, quinientos, en siclos del santuario, y un sextario de aceite de oliva. Prepararás con ello el óleo para la unción sagrada, perfume aromático como lo prepara el perfumista. Con él ungirás la Tienda de las Citas y el Arca del Testimonio,  la mesa con todos sus vasos, el candelabro con todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar de los holocaustos con todos sus utensilios y la pila con su base. Así los consagrarás y serán cosas muy santas." (Ex 30, 22-29)
Pero la verdad es que la mirra con aloe representa el amor. "Mi amado es para mí bolsita de mirra cuando reposa entre mis pechos" dice por ejemplo el Cantar de los Cantares (Cnt 1, 12). Y más adelante en el mismo Cantar de los Cantares, se muestra que el propósito de la mezcla es perfumar, tal como ocurre en Juan en el pasaje que venimos comentando ("...Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas..."):
"Un jardín cercado es mi hermana, mi novia, huerto cerrado y manantial bien guardado. Tu tierra regada da un jardín de granadas con abundancia de frutos exquisitos y de hierbas aromáticas. nardo y azafrán, clavo de olor y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloe con los mejores perfumes." (Cnt 4, 12-14)
Aquí se está hablando del amor de Dios por la iglesia que al fin lo ama en espíritu y verdad. Este uso de la mirra y el áloe, como imagen, también es usado por el Salmista:
"Amas lo justo y odias lo que es malo; por eso Dios, tu Dios, te dio a ti solo una unción con perfumes de alegría como no se la dio a tus compañeros. Mirra y áloe impregnan tus vestidos, el son del arpa alegra tu casa de marfil." (Sal 45, 8)
¿Qué fue lo que entregaron los magos como presentes? Uno de ellos era la mirra.
"Al entrar en la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra." (Mt 2, 11)
La mezcla de mirra y áloe es signo del amor porque es el olor de quien quiere seguir a Dios. ¿Porqué cien libras? ¿Por qué tanto? Juan no coloca cifras al azar, porque sí. Recordemos por ejemplo los 153 peces de que habla en Jn 21, 11, resulta que esa era el número de clases de peces que por entonces se creía que existían, de modo que la red representa TODOS los peces de la tierra, es decir, todas las naciones de la tierra, pues Jesús ordenó a sus apóstoles que fuera pescadores de hombres en todas las naciones (lee Mt 28, 16-20, aunque el sentido es claro en Juan).
Ahora sí. Expliquemos lo de las cien libras de mirra y áloe, aunque ya es fácil ver que es un mensaje sobre el amor a Jesús.
Se trata en realidad de un contraste intencional con otro pasaje del evangelio de San Juan. Cuando Jesús es capturado, Juan dice que una cohorte romana fue a buscarlo , lo cual es absurdo (la cohorte estaba compuesta de seiscientos hombres, o sea la décima parte de una legión). La cita está en Jn 18, 3, algunas Biblias -para no confundir al lector que usualmente no sabe qué es una cohorte- no traducen "cohorte" sino que hablan de soldados romanos sin determinar la cantidad. Que una cohorte fuera a capturar a Jesús no habría sido un procedimento común, sino una verdadera expedición militar, cosa fuera de tono tratándose de un hombre solo y desarmado. A menos que se entienda lo que representa: el odio de sus enemigos. El odio contra Jesús era terrible, así que la cohorte es un símbolo de lo inmenso que era tal odio.
Siguiendo un estilo típico de la literatura judía, Juan hace paralelos dentro del texto (lo que técnicamente se llama quiasmo). Aquí, el quiasmo permite identificar que el símbolo de las cien libras de mirra y áloe de Nicodemo (el amor) es contraste con el símbolo de la cohorte que va a buscar a Jesús (el odio). Entonces, al tremendo odio de los enemigos de Jesús, se opone el inmenso amor de quienes lo siguen fielmente.
Así las cosas, es inútil buscar en la propia Biblia la prueba de que Jesús no resucitó, porque lo que está es exactamente lo contrario.Claro que resucitó, y está triunfante. Digamos con los apóstoles:
"Es un hecho que Dios resucitó a Jesús; de esto todos nosotros somos testigos." (Hch 1, 32)
(Fuente: Buscadores del Reino.com)

jueves, 12 de noviembre de 2009

Una joya del arte miniaturístico medieval


He tomado del blog "La Buhardilla de Jerónimo" la entrada que sigue, pues me ha parecido que al describir el autor tan detalladamente los componentes de la miniatura, motivo de su trabajo, se trasunta con fundamento la riqueza, la expresividad, la belleza y la sacralidad de la Sagrada Liturgia.

Mons. Klaus Gamber, en su libro “¡Vueltos hacia el Señor!” describe una antigua miniatura plasmada en el Evangeliario de la abadesa Uta, del siglo XI. Reproducimos aquí dicho texto, que trata de una de tantas riquezas que tenemos en la Iglesia. Por otro lado, recomendamos la lectura del libro, cuyo prefacio a la edición francesa fue escrito por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger.

*
San Erhard
*

Miniatura de Ratisbona (siglo XI)
“El que en el Cielo alimenta a los ángeles con su visión,
aquí en la tierra alimenta a la Iglesia con su Cuerpo, en la fe”

La miniatura, que se reproduce aquí, sacada de un manuscrito de Ratisbona (actualmente en Munich), muestra cómo se distribuía en el Occidente medieval el espacio del santuario (en sentido restringido). Representa a San Erhard, uno de los predecesores de San Bonifacio en la sede de Ratisbona, en el momento de celebrar la Misa. La miniatura se encuentra en el folio 4 del manuscrito; en el lado opuesto (a la izquierda), folio 3º vuelto, se representa una crucifixión simbólica, donde Cristo está suspendido de la cruz y revestido con alba y estola. El cara a cara crucifixión-sacrificio de la Misa ha sido escogido voluntariamente.

En esta miniatura, el obispo San Erhard está colocado delante de una mesa de altar recubierta de manteles preciosos y cubierta con un baldaquino sostenido por cuatro columnas. Sobre la mensa, al lado del cáliz y la patena, no hay más que un evangeliario y un ciborium para conservar la Eucaristía. Una lámpara circular se encuentra suspendida sobre el baldaquino sirviendo tanto para adornar el altar como para iluminarlo. El fondo se cierra con una cortina adornada con cruces.

Sin ninguna duda se trata del ornatus palatii (tesoro del palacio) del emperador Arnoul, que éste había donado al final del Siglo IX al monasterio de San Emmeran de Ratisbona, y del que se conserva aún hoy día el precioso evangeliario, el célebre Codex aureus, y el ciborium del altar (ambos en Munich). Este último se reproduce con fiel exactitud en la miniatura; se advertirá que el cofrecillo suspendido de la cúpula del ciborium y que servía para conservar la Eucaristía falta hoy.

En aquella época, como todavía hoy en las iglesias de Oriente, el evangeliario forma parte del material litúrgico del altar. En ese libro, el diácono cantaba el evangelio. Como contenía la palabra del Señor, se procuraba tener un ejemplar particularmente precioso, tanto por la magnificencia de la encuadernación como por las miniaturas dentro del texto. Existen manuscritos con letras de oro y plata sobre acabados de púrpura.

En lo relativo a este ciborium, que se trata no de un altar portátil sino de un vaso destinado a guardar la Eucaristía, se prueba por las palabras escritas en la miniatura, justo encima del interior de la cúpula del baldaquino del altar:

“Sancta Sanctorum”
(Santo de los Santos)

“Iesus Christus, verus panis, veniens de celis”
(Jesucristo verdadero pan, que viene del Cielo)

“Hic pascit aeclesiam corpore suo per fidem in terris, qui per speciem suam angelos pascit in celis”
(El que con su visión alimenta a los ángeles en el cielo, aquí en la tierra alimenta a la Iglesia con su Cuerpo, en la fe)

Dentro de este contexto mencionaremos la prescripción del Papa León IV, según la cual: “nada se puede colocar encima del altar a excepción de los relicarios, el evangeliario y la píxide con el Cuerpo del Señor”.

San Erhard está representado con ornamentos episcopales completos. Además de un amito (invisible en la miniatura), lleva alba, estola sacerdotal y manípulo en la mano izquierda; por encima lleva una dalmática y una estola diaconales, cuyas extremidades se ven por el lado derecho, así como una casulla en forma de campana para celebrar Misa; por encima de estos ornamentos, el “racional”, una especie de pallium , como llevan los obispos de Ratisbona desde los tiempos más antiguos hasta la época moderna. Sobre su cabeza San Erhard lleva una mitra, de forma primitiva, de la que caen sobre sus espaldas las dos cintas que de ella penden.

El diácono que le sigue lleva los ornamentos y el manípulo de su orden, que se siguió usando hasta tiempos posteriores. La estola asoma por debajo de la dalmática. La asistencia de un diácono, durante la Misa, era entonces una prescripción de rigor. San Isidoro de Sevilla escribe: “los levitas llevan las ofrendas al altar, preparan la mesa del Señor, cierran el Arca de la Alianza (es decir, la píxide eucarística)”. Además presenta el cáliz a los fieles.

Fuente: “¡Vueltos hacia el Señor!”, Mons. Klaus Gamber, capítulo titulado “La Misa de San Erhard”.


Conociendo a la Iglesia


καθολικος [kazolikós (pronunciando th como en inglés, o como la z española), que significa universal]. La Iglesia es católica porque la Fe de Jesucristo es católica: universal. En los tres primeros siglos de la Iglesia, los cristianos decían "cristiano es mi nombre, católico mi sobrenombre". Posteriormente se usó el término "Católico", para distinguirse de quienes se hacían llamar cristianos, pero habían caído en herejías. Y así sellaban la universalidad de la salvación en Cristo Jesús Redentor.
Las cuatro notas de la Iglesia son las siguientes:
Unidad: Cristo Jesús fundó una sola Iglesia, que tiene un único fin, la salvación del hombre, y un único objetivo, dar gloria a Dios; por tanto, la Iglesia esta llamada a la unidad en la Fe, en el Culto y en el gobierno.
Santidad: la Iglesia, a pesar de los fallos y faltas de cada uno de los creyentes que aún peregrinan en la Tierra, es en sí misma santa pues Santo es su fundador y santos son sus fines y objetivos.
Catolicidad: con el significado de "universal" la Iglesia es Católica en cuanto busca anunciar la Buena Nueva y recibir en su seno a todos los seres humanos, de todo tiempo y en todo lugar; dondequiera que se encuentre uno de sus miembros, allí está presente la Iglesia.
Apostolicidad: la Iglesia fue fundada por Cristo-piedra angular-sobre el fundamento de Pedro- Cabeza de los Apóstoles, y constituyendo en autoridad y poder a todo el Colegio Apostólico; Pedro y los demás Apóstoles tienen en el Papa –Obispo de Roma- y los Obispos a sus sucesores, que ejercen la misma autoridad y el mismo poder que en su día ejercieron los primeros, proveniente directamente de Cristo.
Con el pontificado del Papa Dámaso (366-384) es cuando -por vez primera- se llama a la Iglesia de Roma, con sede sobre la tumba del apóstol Pedro en la colina vaticana, «Sede apostólica». Y hace 2000 años que la historia certifica la Iglesia.
(Fuente: Conoceréis de verdad .org)




martes, 10 de noviembre de 2009

Todavía falta, pero no tanto

HISTORIAS Y TRADICIONES DE LA NAVIDAD

La fiesta de la Navidad
La fiesta de Navidad fue instituida por la Iglesia en el siglo IV y es originaria de la Iglesia latina y mas propiamente de la Sede Apostólica de Roma. Por falta de documentos exactos sobre el nacimiento de nuestro Señor, no existe una certeza absoluta acerca del año, que algunos escritores sagrados y profanos señalan entre el 147 y 748 de la fundación de Roma (del 7 al 5 de la Era vulgar), y del día, que han hecho oscilar entre el 17 de diciembre y el 29 de mayo.
En vistas a estas dudas, los cristianos orientales, a partir del siglo II, comenzaron a celebrar la Navidad los primeros días de enero, y con preferencia el 6, fiesta de la Epifanía o de la Manifestación del Señor, en donde se englobaban diversos episodios: la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, el Bautismo, etc. Esta celebración se difundió en occidente. Hacia el siglo III, Hipólito es el primero en fijar la fecha el día 25 de diciembre, en su comentario al libro del profeta Daniel.
La fiesta celebrada el 6 de enero y que englobaba los primeros misterios de la vida de Cristo ya había pasado casi a toda la Iglesia universal en el siglo IV, pero en Roma, dada la falta de certeza absoluta de la fecha y en vistas a asestar un golpe mas al paganismo que celebraba la fiesta del Sol invicto, en honor al dios Mitra, el día 25 de diciembre (coincidente con el solsticio de invierno), según lo indicado por el calendario Filocaliano, la Iglesia romana separó de la Epifanía la memoria del Nacimiento del verdadero Sol de Justicia, Jesucristo, y la traslado definitivamente a esa fecha que se mantuvo a partir de entonces hasta nuestros días.
A pesar de ser una fiesta instaurada en la Iglesia latina, a fines del siglo IV, San Juan Crisostomo la implanto en Antioquía, y de allí paso a Constantinopla. A mediados del siglo V se celebraba ya en Jerusalén y por el año 430 en Alejandría desde donde se extendió a otras Iglesias orientales. No obstante, las Iglesias llamadas Ortodoxas, nunca adoptaron absolutamente la fecha del 25 de diciembre y muchas volvieron al 6 de enero, sobre todo luego del cisma del 1059 en que se separaron de Roma.
El Pesebre.
La tradición de representar el nacimiento del Señor se remonta entre los cristianos al siglo XIII. Tal iniciativa se debe a San Francisco de Asís quien para aprovechar espiritualmente mejor el misterio de la Natividad penso en reproducir el lugar donde había nacido el Redentor. Se cuenta así que armó un establo llevando animales y el mismo se ubicaba en los diversos lugares de los personajes, la Virgen, San José, los pastores y hasta los animales, y meditaba sobre cual seria su actitud frente a ese Niño-Dios que se había hecho hombre para salvar a los hombres.
A partir de esto, comenzó la idea de utilizar figuras para armar la escena del nacimiento, sobre todo en Italia y que luego paso al resto de Europa y a todo el mundo cristiano. Desde ya es una costumbre que quedo solamente entre los católicos y que los protestantes no siguieron después de la Reforma del siglo XVI.
También, los Pesebres, tomaron sus características según las regiones, por ejemplo los Pesebres Napolitanos, cuyos personajes están vestidos a la usanza campesina del sur de Italia, o bien el hecho de ser objeto sus figuras de verdaderas obras de arte como el Pesebre de tamaño real realizado en madera tallada policromada por los artesanos de Oberammergau, Alemania, que fuera obsequiado al Papa y que se arma todos los años dentro de la basílica de San Pedro.
El canto Noche de Paz.
La canción navideña mas popular: Stille Nacht (Noche de Paz), cumple este año el 180o aniversario de su estreno. Fue cantada por primera vez en la Misa de Nochebuena del año 1818 en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, una pequeña aldea a 10 km. al norte de Salzburgo (Austria). La creación surgió a partir de la idea de componer una canción para la Navidad para ser ejecutada en la Iglesia del pueblo el día de la Fiesta.
El autor de la letra fue el Padre Joseph Mohr, coadjutor de la iglesia de San Nicolás entre los años 1817 y 1819, y la música se debe al Profesor Franz Xaver Gruber, maestro de escuela en el pueblo de Armsdorf y organista de la iglesia de San Nicolás.
La noche del 24 de diciembre de 1818, "Noche de Paz" se interpretaba por primera vez. El Padre Mohr canto como tenor y acompañó con guitarra, Gruber en la voz de bajo, mientras que el coro hacia el "ritornello" de los dos últimos versos. La partitura definitiva de Gruber data del año 1855 y fue compuesta para soprano y contralto con un "silencioso acompañamiento de órgano". El texto autógrafo se encuentra el Museo "Carolino Augusteum" de Salzburgo.
A fines del siglo XIX, el templo de San Nicolás sufrió un terrible incendio dejándolo en un estado tan precario que se hizo  necesario demolerlo en 1906 por razones de seguridad. En el mismo sitio donde se encontraba la antigua iglesia se levanto en una pequeña capilla conmemorativa del Stille Nacht inaugurada el 15 de agosto de 1937 para recordar el lugar en donde se canto la celebre canción navideña y en honor de sus autores.
La capilla, de dimensiones modestas, es de planta octogonal con una cúpula como techo. En su interior, sobre el altar adosado a la pared se levanta un hermoso retablo de madera tallada policromada que recuerdan misterios de la vida de Cristo. El panel mayor del retablo, ubicado en la parte superior y que abarca los dos tercios de la altura total, esta dedicado a la Natividad de nuestro Señor. Tres paneles inferiores registran La Adoración de los Magos, La huida a Egipto, y entre ambos la Crucifixión. En los dos únicos ventanales de los lados de la capilla, se encuentran dos vitrales con los retratos de los autores, el Padre Mohr y el Profesor Gruber.
Todas las Nochebuenas la capilla, emplazada en un sugestivo jardín poblado de abetos que lucen un espeso manto de nieve, es engalanada e iluminada especialmente, teniendo lugar allí las celebraciones navideñas con gran participación de feligreses, muchos de ellos vestidos con sus trajes tradicionales.
El arbol de Navidad.
El árbol de Navidad, un abeto frondoso y cargado de adornos, según los investigadores, tiene su origen en el paganismo centroeuropeo, pues rendían culto a sus dioses en los bosques o en determinados sitios donde se alzaba algún árbol significativo. San Bonifacio, uno de los grandes misioneros de la evangelización de Europa, se dedico a destruir estos hitos paganos y entre sus historias se cuenta que derribaba arboles cultuales.
No obstante, el árbol que recuerda el nacimiento de Jesús, entre los pueblos germanos cristianizados, simbolizaba el árbol del Edén, pero no ya aquel del fruto prohibido que fue el comienzo del pecado en el hombre sino el que conmemora el Fruto de la salvación, de allí el carácter de sus adornos y decoraciones.
El uso del árbol de Navidad, proveniente de la tradición germánica, se comenzó a utilizar mas propiamente en el siglo XVII en la ciudad de Estrasburgo (Francia), difundiéndose hacia el norte de Europa, sobre todo en países protestantes. Es mas que  comprensible que, al rechazar en su doctrina todo uso de imágenes, hayan recurrido y adoptado un símbolo que recordara el
nacimiento del Redentor.

En 1841, el príncipe Alberto (+1862), consorte de la reina Victoria I (1837-1901), lo introduce en Gran Bretaña y luego pasara a los Estados Unidos por medio de los inmigrantes protestantes que también lo llevan al resto de los lugares a donde emigraran.
Con el correr de los años, el árbol de Navidad, como símbolo del nacimiento del Señor, pasara también al orbe católico, y desde hace ya mucho tiempo, en la Plaza de San Pedro en Roma, junto al Pesebre se alza un enorme abeto decorado profusamente que es regalado todos los años al Papa por diversas comunidades católicas de los países centroeuropeos.
Papa Noel.
El actual Papa Noel tiene su origen en la veneración de que era objeto San Nicolás, obispo de Mira (Turquía), cuyo culto se expandió en todo occidente a partir del siglo X. Su historia cuenta que protegía de las tormentas a los marinos, defendía a los jóvenes y niños, y daba regalos a los pobres. A partir de ello quedo la tradición de los obsequios del generoso San Nicolás.
Este santo, llamado Sankt Nikolaus en Alemania y Sanct Herr Nicholaas o Sinter Klaas en Holanda, aparecía a veces representado con esquíes o bien a caballo con vestimentas de obispo y acompañado por Black Peter (El Negro Pedro), un elfo que castigaba a los niños malos.
La fiesta de San Nicolás es celebrada por la Iglesia el día 6 de diciembre. Después de la Reforma, los alemanes protestantes promovieron la veneración del Christkind (Cristo Niño) considerándolo el regalo dado a los hombres el día 25 de diciembre. Esta iniciativa no prospero y prevaleció la tradición de San Nicolás, pero su actividad de generoso dador de presentes fue llevada definitivamente al día 25 vinculándolo así con la Natividad del Señor.
Otros países, siempre relacionado con la Navidad, han adoptado y adaptado el personaje de San Nicolás, al que dieron diversos nombres: Pere Noeel y Father Christmas (Papa Navidad) en Francia e Inglaterra respectivamente, y Julenisse en los países escandinavos. La versión americana de Papa Noel proviene del Sinter Klaas de Holanda y su aparición data del siglo XVII en Nueva York.
Los holandeses establecieron en el Nuevo Mundo algunas colonias: en la costa Este de América del Norte, en islas del Mar de las  Antillas al Norte de Venezuela y en la Guyana al Noreste del Brasil. La colonia de América del Norte tuvo su asentamiento a partir de 1613 y la llamaron Nueva Holanda, extendiéndose cerca de 300 km. a lo largo del curso del río Hudson. En 1614 fundaron un fuerte en la parte superior del río con el nombre de Orange, y en una isla frente a la desembocadura la ciudad de Nueva Amsterdam. La colonia paso a manos inglesas en 1664 y el fuerte cambio su nombre por Albany y la ciudad por Nueva York.
En 1773, Sinter Klaas apareció en un periódico, y no se sabe porque, con el nombre "St. A Claus" y de allí derivo Santa Claus. Pero es el escritor Washington Irving quien da un relato detallado acerca de la versión holandesa de la leyenda de San Nicolás a través de su Historia de Nueva York, publicada en 1809 bajo el seudónimo de Diedrich Knickerbocker, y que describe la llegada del santo sobre un caballo blanco, mas sin la compañía de Black Peter.
El proceso de "americanización" de Santa o Saint Nick, como también se lo llama, continuo en 1823 con el poema A visit from Saint Nicholas (Una visita de San Nicolás), mas conocido bajo el nombre The night before Christmas (La noche antes de Navidad) de Clement Clarke Moore, incorporando numerosos detalles: el trineo tirado por ocho renos especificando sus nombres (el  noveno reno, de nombre Rudolph, con una gran nariz roja, es un agregado que data de 1939), las típicas risotadas y saludos, las entradas por las chimeneas, etc., y con características mas de un duende que de un santo obispo, sea por su personalidad como por su típica vestimenta: chaqueta, pantalones y gorro rojos con vivos de piel blanca y grandes botas negras.
El dibujante Thomas Nast, realiza una serie de diseños de este Santa Claus "americanizado" para los números de Navidad de la revista Harper's entre los años 1860 y 1880, añadiendo otros elementos a la leyenda como ser el hecho de tener su taller de regalos en el Polo Norte y el poseer un lista de niños buenos y malos de todo el mundo. Otra versión de Santa Claus se debe a la campana lanzada por The Coca-Cola Company en 1931, siendo quizás la imagen mas popular que conocemos del mismo.
De todo este proceso, los cristianos deben considerar el hecho de que la leyenda tiene su origen en la vida real de un santo, San Nicolás, y que a través de ello saber rescatar lo que se ha perdido, el ser un símbolo de caridad, de generosidad y de alegría en el contexto del nacimiento de nuestro Redentor. 
(Fuente: Apologética.org)