lunes, 27 de mayo de 2013

El primer día de la semana

Quizás ya conozcas o hayas escuchado o leído algo referente al domingo, en cuanto día del Señor. Sin embargo siempre es bueno repasar el tema para sacar nuevas orientaciones que nos animen revalorizar el  día domingo. Te invito a leerlo:

«El Séptimo día Dios tuvo terminado su trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descansó de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho» (Gn 2, 2-3).

«Cuida de santificar el día sábado, como Yavé, tu Dios, te lo manda. Seis días tienes para trabajar y hacer tus quehaceres. Pero el día séptimo es el Descanso en honor de Yavé, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu servidor, ni tu sirvienta, ni tu buey, ni tu burro u otro de tus animales. Tampoco trabajará el extranjero que está en tu país. Tu servidor y tu sirvienta descansarán así como tú, pues no olvides que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, de la que Yavé, tu Dios, te sacó actuando con mano firme y dando grandes golpes; por eso Yavé, tu Dios, te manda guardar el día sábado» (Deu 5, 12-15).

Si Dios descansó y el tercer mandamiento dice «Acuérdate del sábado para santificarlo» (Éx 20, 8), ¿por qué los cristianos santificamos el domingo y lo consideramos el día del descanso? Y en todo caso, ¿cuándo ocurrió el cambio?

Ambas preguntas están respondidas en la Carta Apostólica Dies Domini, de 25 de mayo de 1998, en la que Juan Pablo II quiere llamar la atención de la Iglesia acerca del sentido y el valor del domingo. Invito a todos a leerla, y mientras tanto, trataré de resumir las respuestas a ambas cuestiones.

Los cuatro Evangelios coinciden en ubicar la resurrección del Señor en «el primer día de la semana» (Mt 28, 1; Mc 16, 1-2; Lc 24, 1; Jn 20, 1.19)Es notable la insistencia en subrayar que los acontecimientos pascuales tuvieron lugar ese "primer día", "el mismo día": la resurrección de Jesús, la manifestación a los suyos, la aparición a los discípulos de Emaús, el don del Espíritu Santo, e incluso la aparición a Tomás, «ocho días después», es decir, el domingo siguiente... (cf. Jn 20, 19. 26-27; Lc 24, 13).

Para los judíos (y también por supuesto para los cristianos) el primer día era y es el día del inicio de la creación (Gn 1, 1-3). Por lo tanto, Cristo, al resucitar «el primer día», indica que comienza una nueva creación, un mundo nuevo. Así lo testimonian las oraciones que reza el Celebrante en la Solemne Vigilia Pascual: "Dios que de modo maravilloso creaste al hombre y más maravillosamente lo redimiste..." (es decir: 'lo creaste y lo re-creaste'): "que tus redimidos comprendan que la creación del mundo hecha al comienzo, no es obra de mayor grandeza que el sacrificio pascual de Cristo... ". Marcos y Mateo señalan que había «pasado el sábado» (Mt 28, 1; Mc 16, 1)Se trata de algo más que una mera indicación cronológica. Es una manera de decir que el mundo "viejo" había pasado, porque la Pascua de Cristo inaugura un mundo "nuevo". Y esa novedad debía manifestarse también en el culto.

La analogía entre el primer día del Génesis y el primer día en que Cristo resucitó se hace aún más profunda si consideramos dos cosas: a) El "sexto día" del Génesis tuvo lugar la creación del hombre, y de la mujer, sacada de su costado mientras aquel dormía; también el "sexto día" ( = Viernes Santo), del costado abierto del Hombre Nuevo, "dormido en la cruz", salió «sangre y agua» (Jn 19, 33-34), que ya los Santos Padres consideraron como un signo admirable de la Iglesia, Esposa de Cristo; b) El "séptimo día" del Génesis, Dios descansó; también el "séptimo día" ( = Sábado Santo) Cristo descansó... en el sepulcro. Pero después del descanso, viene la acción: «Este es el día en que actuó el Señor», canta el salmo 117, que la Iglesia refiere naturalmente al domingo.

Según los testimonios de la Escritura, la Iglesia naciente tuvo conciencia enseguida de que, así como la resurrección de Cristo es el centro de la fe cristiana (cf. 1 Cor 15, 12-25), así también el «primer día de la semana» (1 Cor 16, 2) tiene un significado especial en relación con el culto cristiano. No olvidemos que la Primera Carta a los Corintios data del año 56 ó 57, es decir, es más antigua que los Evangelios.

(Fuente: Mercabá.org)

martes, 14 de mayo de 2013

El altar - lugar central del templo


El altar, en torno al cual la Iglesia se reúne en la celebración de la Eucaristía, representa los dos aspectos de un mismo misterio: el altar del sacrificio y la mesa del Señor, y esto, tanto más cuanto que el altar cristiano es el símbolo de Cristo mismo, presente en medio de la asamblea de sus fieles, a la vez como la víctima ofrecida por nuestra reconciliación y como alimento celestial que se nos da. "¿Qué es, en efecto, el altar de Cristo sino la imagen del Cuerpo de Cristo?", dice S. Ambrosio (sacr. 5,7), y en otro lugar: "El altar representa el Cuerpo (de Cristo), y el Cuerpo de Cristo está sobre el altar" (sacr. 4,7). La liturgia expresa esta unidad del sacrificio y de la comunión en numerosas oraciones. Así, la Iglesia de Roma ora en su anáfora:

Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia hasta el altar del cielo, por manos de tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, al participar aquí de este altar, seamos colmados de gracia y bendición. (Plegaria Eucarística I).
 
(Fuente: Conoceréis de verdad.org)

miércoles, 1 de mayo de 2013

Intenciones del Santo Padre para el mes de mayo

Intención General: Que quienes administran justicia actúen siempre con integridad y recta intención.
Intención Misionera: Que los seminarios, especialmente los que se encuentran en iglesias de misión, formen pastores según el Corazón de Cristo, dedicados por entero al anuncio del Evangelio.