sábado, 23 de agosto de 2008

SIMBOLOGIA LITÚRGICA - Final

Esta es la cuarta y última parte del trabajo relativo a la simbología primitiva sobre la Eucaristía, tomado de conocereisdeverdad.org

III. Las Bodas de Caná

La costumbre iniciada en el siglo III de representar la multiplicación de los panes excluyendo los peces se piensa que fue indirectamente instrumental en traer un nuevo y bello símbolo de la Eucaristía en la pintura Cristiana de los primeros tiempos. Previamente solo dos frescos contenían alguna alusión al vino eucarístico, el cáliz del "Fractio Panis" y la substancia roja en los cestos de la cripta de Lucinia. Pero la representación del símbolo de la multiplicación omitiendo los peces (dejando solo el pan, una de las dos especias necesarias para la Eucaristía) probablemente sugiere la idea de un símbolo especial para el vino eucarístico. No había símbolo más deseable para este propósito que el milagro de Caná (Jn 2, 1-11), que fue finalmente adoptado. Como Cristo en la fiesta de bodas cambio el agua en vino, en otra ocasión Él cambió el vino en su propia sangre. Muy acorde con esta relación de símbolos eucarísticos de los primeros tiempos de la era Cristiana son reproducidos en una nueva y chocante manera. Esta imagen ocupa un reborde en el receso de la pared en una pequeña basílica funeraria y consecuentemente está ubicada sobre el lugar que ocupó el altar. Dentro del santuario, el estrado de piedra para los clérigos todavía existe. Se ilustran tres escenas separadas por árboles. El objeto central es la milagrosa multiplicación. Cristo, identificado por las nubes, está sentado en un trono y en el acto de bendecir los panes y peces presentados por San Pedro y San Andrés (identificados por inscripciones). A sus pies doce cestos de pan son simétricamente distribuidos. A la derecha e izquierda de esta imagen hay dos escenas de banquetes. La anterior esta casi totalmente destruida, pero una inscripción en griego da una idea sobre el tema. Esta lee: "Aquellos que comparten la eulogia de Cristo". Eulogia es un término utilizado por San Pablo (I Cor 10, 16) como referencia a la Eucaristía: "El cáliz de bendición (eulogia) que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?" Por consiguiente la aplicación del término a la comida frente a los comensales lleva a inferir que se representó una escena eucarística donde los huéspedes cenaron los simbólicos panes y peces. Inscripciones ("Jesús", "Maria", "Sirvientes") nos indican que la escena al lado derecho representa el milagro de Caná. El autor de este fresco, que conocía muy bien el simbolismo de los primeros siglos, evidentemente reprodujo primeramente el símbolo favorito de la Eucaristía, y la milagrosa multiplicación de los panes y peces; y en segundo lugar, el posterior símbolo del vino eucarístico inspirado por el milagro en la fiesta de boda.

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