miércoles, 6 de agosto de 2008

Actitudes y gestos en la liturgia

Pedir perdón
por Celia Escudero
Lic. en Teología, docente y liturgista.
Uno de los ritos iniciales de la celebración eucarística es el rito penitencial. Tiene lugar inmediatamente después que el sacerdote ha saludado a la asamblea. No siempre se hace al momento de silencio que corresponde, una vez que el sacerdote invita a pensar en aquellas cosas que hemos vivido en las que hemos ofendido al Señor o a nuestros hermanos. Esto hace que este rito que es breve, pero importante, pase desapercibido para muchos. Alguno se preguntará ¿por qué pedir perdón al comenzar la celebración de la Misa? Es muy sencillo, por más que vivamos en gracia de Dios, no dejamos de ser personas con defectos y debilidades, que nos llevan a tener actitudes incorrectas por las cuales debemos pedir perdón a al Señor y a nuestros hermanos. A veces las personas caen en los extremos de trasformar todo en pecado o de minimizar cosas que si bien no son graves, hieren o afectan a aquellos con los que compartimos la vida. Jesús nos dice en el Evangelio: ..”si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda”. Mt 5,23-24.
En la Misa ofrecemos al Padre el sacrificio de Jesús por la salvación de los hombres, del cual participamos comulgando y previamente se proclama la Palabra de Dios, que también es alimento de nuestra vida cristiana. Para ambas cosas debemos purificarnos, prepararnos, pidiendo perdón. En nuestra sociedad marcada por lo frágil, “light”, todo se minimiza, aún aquellas cosas que afectan nuestras relaciones interpersonales, que no son cosas menores, ya que con el tiempo las faltas de respeto, el mal trato verbal, y otras actitudes, pueden llegar a destruir lazos importantes. Es por eso que las Iglesia nos propone este momento para pensar en esas cosas que pueden parecer pequeñas, pero terminan siendo importantes. Para pedir perdón debemos tomarlas en cuentas, cosa que nos ayudará a intentar corregirlas, aunque nos lleve tiempo. Esto es lo que nos purifica, y nos ayuda a crecer en nuestra condición de hijos de un mismo Padre y hermanos en Jesucristo. Hay frases que no debemos considerar como expresiones muy hermosas, solo para leer y escuchar, son las exigencias en el seguimiento de Jesús, que son las más frecuentes aunque no sean extremas, ni muy difíciles de llevar a cabo.
En el Antiguo Testamento, cuando Dios lo llama a Moisés desde la zarza que arde Ex capítulo 3, estando en medio del desierto le dice que se quite las sandalias “porque el suelo que está pisando es una tierra santa”. Siempre el estar conscientemente en la presencia de Dios es pisar tierra santa, implica una situación de confianza, pero a la vez de reconocimiento de la distancia que hay entre El y nosotros, por lo que debemos apelar a su misericordia para achicar la distancia y estrechar nuestra comunión con Él.
Todo rito de la Liturgia, por pequeño que sea tiene su valor y significado. Y es nuestra tarea descubrirlo de a poco, para que nuestra participación sea activa y consciente.

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