El siguiente texto es un aporte personal para una publicación que se entrega en mi parroquia "San Cayetano" de Ciudad Evita - Buenos Aires, a los peregrinos que se acercan todos los días 7 de cada mes.
El título que figura arriba no tiene nada de novedad, sin
embargo qué otra cosa podemos decir o hacer cuando se nos dice que “alguien” va
a venir, sino prepararnos y esperar su venida. Sí, eso es el Adviento, es Alguien
que viene. En el calendario de la liturgia de la Iglesia llamamos Adviento al
tiempo de cuatro semanas que anteceden a la fiesta de Navidad y durante el cual
preparamos nuestro corazón y nuestra alma a la “venida del Señor Jesús, nuestro
Salvador”
Nos hacemos dos preguntas: ¿A qué “venida” nos referimos?
y ¿Cómo nos preparamos?. En primer lugar a la recordación del nacimiento de
Jesús, Hijo de Dios, nacido de María Virgen en Belén. Pero hay otras venidas.
Jesús viene a nosotros cuando leemos la Sagrada Escritura; viene cuando lo
recibimos en la Comunión y en los otros Sacramentos; viene cuando rezamos;
viene cuando atendemos a alguien que necesita nuestra ayuda, etc. Y también
vendrá cuando el mundo se acabe, como o decimos en el Credo: “Y de nuevo vendrá
con gloria a juzgar a vivos y muertos”
En segundo lugar nos preparamos, no pensando en que vamos
a comer en la Nochebuena o a quienes vamos a invitar, nuestra preparación es
personal y pasa por nuestro interior. ¿Cómo quiero que sea mi encuentro con
Jesús? ¿Qué hay de bueno en mí para ofrecerle? ¿Qué hay de malo en mí que tengo
que cambiar? ¿Estoy dispuesto a vivir una Navidad en paz, perdonando alguna
ofensa recibida y pidiendo perdón por algo malo hecho?
Una mirada hacia nuestro interior será la mejor manera de
vivir este Adviento y la celebración Navideña será gozosa y quizás sea la mejor
Navidad que hayamos vivido.
¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!
Diácono Jorge.
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