El primer domingo de Cuaresma del próximo año, entrará en vigor en nuestro país el uso obligatorio del Misal Romano correspondiente a la “Tertia Editio” (Tercera Edición). El nuevo misal presenta una distribución cuidada de sus elementos y una encuadernación prolija.
En su contenido
se han introducido algunos pocos cambios, entre los cuales los más notables son
el reemplazo del vosotros por el ustedes, y la estricta observancia, en cuanto
a la traducción, del texto latino en las palabras de la consagración del vino
que se convertirá en la sangre del Señor. Lo que sigue son las palabras de
Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas – México,
refiriéndose al tema:
Ver
“El primer domingo de Cuaresma del próximo año, en nuestro país
entrará en vigor la decisión de la Congregación para el Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos, avalada por el Papa Benedicto XVI, de hacer un
cambio en las palabras de la consagración, en la Misa.
Ante todo, en vez de seguir diciendo la fórmula consecratoria usando
el “vosotros”, que es propio de España, ahora se usará el “ustedes”,
que es la forma de hablar entre los latinoamericanos. Este es un paso más en
orden a la inculturación de la liturgia.
El cambio más importante es en la consagración del vino. Hasta ahora
decíamos: “Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por
todos los hombres para el perdón de los pecados”. En adelante, diremos:
“… que será derramada por ustedes y por muchos, para el perdón de los pecados”.
¿A qué se debe el cambio? ¿Acaso Jesús no murió por todos?
Juzgar
La primera versión que conservamos escrita de las palabras
dichas por Jesús, el Jueves Santo, al instituir la Eucaristía, es la del
evangelista Marcos, quien escribe: “Y mientras estaban comiendo, tomó pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio y dijo: ‘Tomen, esto es mi
Cuerpo’. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos
de ella. Y les dijo: ‘Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por
muchos’ ” (Mc 14,22-24). En forma semejante lo transmite San Mateo: “…
ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los
pecados” (Mt 26,26-28).
Marcos y Mateo dicen: “por muchos”. Lucas dice: “por
ustedes”. Pablo usa el “por ustedes” sólo en referencia al pan, y no
al vino.
Sin embargo, la Sagrada Escritura es muy clara al decir que Jesús se
ofreció en sacrificio por todos los seres humanos. Por ejemplo: “El es
víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por
los del mundo entero” (1 Jn 2,2). “Cristo Jesús se entregó a sí mismo
como rescate por todos” (1 Tim 2,6). “Dios no perdonó a su Hijo, sino
que lo entregó a la muerte por todos nosotros” (Rom 8,32). “Si uno murió
por todos, entonces todos murieron” (2 Cor 5,14). “Jesús habría de
morir…para reunir en uno a los hijos que estaban dispersos” (Jn 11,52). “Se
ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres” (Tit 2,11).
“El Pan que yo les voy a dar es mi carne por la vida del mundo” (Jn
6,51).
La liturgia sacramental de la Iglesia, sin negar la universalidad de
la salvación, desde los primeros siglos, inspirada en los textos evangélicos de
la narración de la Eucaristía, puso la expresión “por muchos”, no para
excluir a la totalidad de los seres humanos, sino para indicar que la redención
es para quienes aceptan a Jesús como su Salvador. El ofreció su vida por todos,
pero no por ello todos se van a salvar automáticamente. Sólo quienes lo
aceptamos por la fe, que somos muchos, pero no todos.
Esto concuerda con otros textos bíblicos: “Mi siervo justificará a
muchos… Cargó los pecados de muchos e intercedió por los rebeldes” (Is
53,11-12). “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y
dar su vida como rescate por muchos” (Mt 20,28; Mc 10,45).
Actuar
Nuestra anterior traducción por todos los hombres, era usada
también en la versión alemana, inglesa, italiana, española, portuguesa y otras.
En cambio, las versiones polaca, rusa, ucraniana, vietnamita y otras, tradujeron
por muchos. La francesa y la hebrea moderna usaron algo semejante: por
los muchos. Al uniformarnos ahora, volviendo al texto original latino de la
liturgia (pro vobis et pro multis), diremos que la Sangre de Cristo,
presente bajo la especie del vino, será derramada por ustedes y por muchos.
Esforcémonos por ser de estos muchos, para que la redención nos dé vida,
y vida en plenitud.”
+ Felipe Arizmendi
EsquivelObispo de San Cristóbal de Las Casas.
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