jueves, 28 de mayo de 2009

PENTECOSTES Y LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Nos acercamos al domingo en que celebramos la solemnidad de Pentecostés. La Iglesia solemniza esta celebración con una Misa de vigilia el sábado anterior que tiene sus formularios propios. La celebración de las segundas vísperas del domingo de Pentecostés marca el cierre del tiempo litúrgico de Pascua, durante el cuál se mantuvo encendido el cirio pascual en las celebraciones eucarísticas, el que luego será colocado en el presbiterio para ser encendido en las celebraciones del bautismo y de las exequias. Durante este tiempo, cuya duración es de cincuenta días (de allí el nombre de pentecostés proveniente del griego), la liturgia celebra gozosamente la resurrección de nuestro Salvador Jesucristo y el cumplimiento de su promesa de enviarnos el Espíritu Santo del cual recibimos sus siete dones. Aprovechemos estos días que faltan para rogar al Padre Dios que renueve en nosotros la presencia de estos dones divinos, de modo que podamos ser verdaderos testimonios de vida cristiana en un mundo que se jacta de prescindir de Dios. Mientras tanto recordemos cuáles son estos dones que recibimos en nuestro bautismo.
Don de sabiduría

Hoy muchas cosas alejan a los cristianos de lo que Jesús nos enseñó. El espíritu de la mentira hace que no veamos claro lo que Dios quiere. Por eso el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda con el don de la sabiduría. Así podemos conocer cuales son los planes de Dios para la humanidad y para cada uno de nosotros. De esta manera podemos construir el mundo de acuerdo a la voluntad de Dios. Así podemos hacer juntos un Feliciano mejor. Para hacer las cosas como Jesús quiere, pidamos al Espíritu Santo el don de la sabiduría.

Don de consejo Muchas veces el cristiano no sabe que hacer en una situación espinosa. Otras veces son los demás los que piden nuestra opinión para poder obrar bien. En todas estas ocasiones difíciles en las que nos empantanamos, Dios Espíritu Santo viene en nuestro auxilio con el don del consejo. Ilumina nuestras mentes para que veamos lo que tenemos que hacer. Así el cristiano, que tiene al Espíritu Santo como consejero, puede también aconsejar a los demás. Pidamos a Dios espíritu Santo el don del consejo para hacer las cosas como Dios manda.

Don de piedad Cuantas veces nos olvidamos de Dios. No pensamos en El y menos nos acordamos de rezarle todos los días. Dios Espíritu Santo, el Espíritu de Amor, viene en nuestra ayuda y nos da el don de piedad. Así podemos inclinar nuestro corazón con reverencia ante Dios y, con la confianza de los hijos, elevarle nuestras oraciones. De esa manera todos nuestras penas y dolores se los presentamos a Dios Padre. Así también le agradecemos todas las alegrías que derrama en nuestras vidas. Pidamos a Dios Espíritu Santo el don de la piedad para que de nuestros labios broten las alabanzas a Dios.

Don de ciencia Cuanta gente opina de todo sin saber nada. ¡Si hasta los inmorales nos quieren enseñar moral! Por eso, muchas veces estamos confundidos y no sabemos que pensar. Dios Espíritu Santo viene en nuestra ayuda y nos da el don de ciencia. Así el cristiano aprende a ver las cosas con la mirada de Dios. Así podemos juzgar cada cosa de este mundo con la visión que viene desde el cielo. Pidamos a Dios Espíritu Santo el don de la ciencia para poder distinguir entre lo bueno y lo malo, para poder pensar como Dios piensa.

Don de fortaleza Cuantas veces nos atacan por ser cristianos. Cuantas veces se burlan de nosotros porque vamos a misa… porque queremos ser buenos. Dios Espíritu Santo viene en nuestra ayuda y nos da el don de la fortaleza. Así, con la fuerza de Dios, nos animamos a enfrentar todas las cruces. Así las burlas no nos echan atrás. Así también podemos practicar las “cosas difíciles” que tiene nuestra fe. Pidamos a Dios Espíritu Santo el don de la fortaleza para poder vivir con coraje nuestra fe.

Don de entendimiento Cuantas veces leemos la Palabra de Dios sin entenderla. Cuantas veces lo que aprendimos en catequesis nos resulta oscuro y complicado. Dios Espíritu Santo viene en nuestra ayuda y nos da el don del entendimiento. Así podemos entender la profundidad de todas las cosas que Dios nos ha dicho a través de Jesús. De esta manera podemos gozar con el conocimiento de las cosas de Dios. Pidamos a Dios Espíritu Santo el don del entendimiento para poder comprender más las enseñanzas de Dios. Pero también nos vamos a comprometer a tratar de acercarnos más a la Biblia y a la catequesis.

Don de temor de Dios Hay gente que le tiene miedo a Dios y en lo único que piensa es en el castigo que puede recibir de El. Otra gente no tiene miedo a Dios y por eso hace tantas maldades. Dios Espíritu Santo viene en nuestra ayuda y nos da el don del temor de Dios. Así nos acordamos de que tenemos que amar tanto a Dios que evitamos todo lo que lo puede ofender. Si hubiera más temor de Dios, cuanta menos maldad habría en el mundo. Si hubiera más temor de Dios, cuanta gente sería más feliz por preocuparse en amarlo y no en tenerle miedo a su castigo. Pidamos a Dios Espíritu Santo el don del temor a Dios que nos ayude a vivir en serio como hijos de Dios.

(Fuente: Blog del padre Fabián)

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