miércoles, 19 de marzo de 2008

Mensaje de Pascua del Obispo de San Justo

CARTA PASTORAL PASCUA 2008

¿ POR QUÉ BUSCAN ENTRE LOS MUERTOS, AL QUE ESTÁ VIVO?(Lc 24,5)

Querido Jóvenes : En esta Pascua, me dirijo con todo mi amor de padre y pastor, especialmente, a ustedes, para que me ayuden a que la Buena Noticia de Cristo viviente llegue a las comunidades presididas por sus pastores, a cada familia donde ustedes crecen y maduran con el amor responsable de sus padres y a toda la sociedad donde la resurrección de Cristo vivida por ustedes , ayude a cambiar, por que así como estamos no podemos decirnos con esperanza : ¡Feliz Pascua de Resurrección!

A los Jóvenes por la edad y a todos los que se sienten jóvenes , pues no han perdido la juventud del corazón, a todos los abrazo con este mensaje de pastor y les recuerdo que un mundo sin Dios, sin la aceptación de la Pascua es un mundo sin esperanza .

1. HIJITOS QUERIDOS, CRISTO RESUCITADO CAMINA CON USTEDES (Lc 24)

Los invito a entrar con amor en el Evangelio de Lucas , 24,13-35 y vivir esta maravillosa experiencia de un Cristo vivo que camina junto a nosotros como un compañero de camino, que va ayudándonos a sacar afuera, toda la verdad de lo que somos y vivimos, nos hace sentirlo a Él, como la Palabra que ilumina el camino, reorienta el rumbo y nos descubre en su misterio, el luminoso horizonte hacia donde vamos o debemos llegar.

Cristo como la Luz, nos hace pasar de la muerte a la vida , de la oscuridad, a la luz, del pecado a la gracia de su amistad , del sin sentido a la Esperanza que no defrauda y a la alegría de vivir y aceptar nuestra identidad de Ser discípulos amados, para ver, juzgar y actuar como tales. Ver: el paso del Señor que nos mira con amor y nos da cabida en su corazón. Juzgar: a la luz de su Palabra, todo lo que nos pasa y pasa a nuestro lado. Actuar: como discípulos misioneros de su alegría y de su vida, y como hombres nuevos llenos de su Amor. Celebrar la Fe, celebrar la alegría pascual en la Eucaristía, para que podamos compartir nuestra experiencia de Cristo vivo con los demás cristianos, madurando en la verdad completa y gritar como los discípulos de Emaús: ¿Acaso no ardía nuestro corazón mientras no hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?. Y cómo lo habían reconocido, al partir el Pan.

2. CRISTO NOS MUESTRAS LAS SEÑALES LUMINOSAS DE LA CRUZ (Jn 20)

Estamos llamados a descubrir el esplendor de la Belleza de la Pascua que salva al mundo. Vivir el encuentro con esta Belleza que salva y que es Cristo, el Pastor hermoso y bueno, para superar todas la realidades que matan lo mejor de la juventud, especialmente el egoísmo como expresión del pecado que apaga la relación filial con Dios y con los hermanos.

“La Belleza del Pastor depende del amor con el que se entrega a la muerte por cada uno y establece por la reconciliación con cada uno, una relación personal de intensísimo amor. La belleza la experimentamos al dejarnos amar por Él, al entregarle el propio corazón para que lo inunde de su presencia y al corresponder al amor así recibido con el amor que Jesús mismo nos hace capaces de tener”. “Es en la Iglesia donde el Pastor hermoso habla al corazón y hace presente en los Sacramentos, el don de su vida.” Amigos: En la Cruz, el dolor y la muerte entran en Dios por amor de los sin Dios. Es un Dios cercano y precisamente en la cercanía, revela su amor misericordioso y su ternura fiel, nos hace entrar en el corazón del Hijo, compañero de todo sufrimiento humano. Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo : ¡la Paz esté con ustedes!.Y les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor” (Jn20,19-20) Hijitos: En sus llagas hemos sido curados. Que todo lo que hoy hiere a tantos jóvenes, como la falta de verdadera alegría y de sentido de la vida, que desorienta; con el paco que mata en tan poco tiempo, las adicciones, y todas las demás realidades que aniquilan lo mejor de la juventud, ¡ por piedad!, encuentren el abrazo del Señor que los quiere sanar con su Amor redentor y con la unción de su Perdón y de su Paz

3. A CRISTO LE DUELEN, NUESTRA INDIFERENCIA E INCREDULIDAD

Los Apóstoles reunidos en comunión, se llenaron de alegría y gritaban convencidos ¡Hemos visto al Señor! y ¡Es verdad, el Señor ha resucitado! Pero uno de ellos, que no estaba donde debía estar, y, decía si no veo la señales... no lo creeré”. Era uno de sus amigos. pero la incredulidad le ganó el corazón y puso al Señor condiciones. Necesitó un sacudón de Jesús.

Nosotros ¿ Cómo pensamos? ¿Cuáles son nuestros sentimientos profundos ante este Misterio tan grande y tan importante para nuestra vida joven y para todos los hombres?

Cristo Resucitado lo mira a Tomás y le pide: “ Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado.En adelante no seas incrédulo, sino creyente”. Mis hijos, necesitamos que Cristo nos haga tocarlo. Es el encuentro con su humanidad resucitada, como el Hombre nuevo que hace nueva todas las cosas y si nos abrimos de corazón nos hace nuevos a nosotros. Con Santo Tomás, reconociéndolo, no solo como hombre, sino como Dios. Le decimos con fe “¡Señor mío y Dios mío! Y así el Señor Resucitado nos abraza con su bienaventuranza: “Dichosos los que creen sin haber visto” (Jn 20,24-29).

4. HIJITOS, MARIA , LA MADRE DEL RESUCITADO, ES NUESTRA MADRE

En el corazón de la Madre , como la Señora del Sábado Santo, queremos esperar contra toda esperanza. El Misterio de la Resurrección de Cristo cale hondo en nuestras vidas jóvenes. Cristo entre en nosotros y nosotros entremos en Él, con todas nuestras debilidades para vivir con la Virgen, el Sábado del tiempo, en espera del Domingo sin ocaso, haciendo cada día con la Gracia, la tarea de mejorarnos, edificar un mundo mejor y construir juntos la civilización del Amor y la Cultura de la vida y de la solidaridad. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva” y el que estaba sentado en el trono dijo “ Yo hago nuevas todas las cosas”(Ap,21,1.5).

María, que en el sábado del silencio de Dios es y permaneció como Virgen fiel nos obtenga del Resucitado la consolación de la mente, la que viene de la fe.

María, que en el sábado de la desilusión es la Madre de la esperanza , nos alcance del Viviente la consolación del corazón , para que vivamos en el tiempo y en la lucha diaria con la esperanza de la eternidad.

María, que en el sábado de la ausencia y de la soledad es y permanece como Madre del amor hermoso, nos consiga la consolación de la vida, para estar de pié, vivir en el amor y superar la noche oscura del alma en el camino diario de la fidelidad.

En Cristo gloriosamente resucitado los abrazo con mi bendición pastoral .

¡DIOS ES AMOR!

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