¿Usted todavía no lleva un “Detente”?
¿Quienes insisten en presentarnos la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús como algo anticuado? Pues dos tipos de personas, los enemigos de la Fe por un lado y los “católicos” tibios por el otro.
La devoción al Detente del Sagrado Corazón de Jesús es más actual y necesaria que nunca para obtener de Dios, por mediación de María Santísima, aquello que hace 2000 años todos los verdaderos cristianos piden cuando rezan:
“Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu voluntad así
en la Tierra como en el Cielo”
El Beato Papa Pío IX (1846-1878) fue muy claro al expresar su firme esperanza en esta devoción:"La Iglesia y la sociedad no tienen otra esperanza sino en el Sagrado Corazón de Jesús, es Él quien curará todos nuestros males. Pregonad y difundid por todas partes la devoción al Sagrado Corazón, ella será la salvación del mundo”.
Esa práctica piadosa, en otros tiempos muy difundida entre los católicos, es un modo simple, pero espléndido, de manifestar siempre nuestra gratitud y amor al Corazón de Jesús, víctima de nuestros pecados. Y al mismo tiempo, recibimos de Él innumerables beneficios y una protección extraordinaria.
Es un poderoso Escudo que la Divina Providencia colocó a nuestra disposición, a fin de protegernos contra los más diversos peligros que enfrentamos todos los días. Para eso, basta llevarlo consigo, sin necesidad de hacerlo bendecir, pues el Beato Papa Pío IX extendió su bendición a todos los Detentes.
El Detente, el Escudo del Sagrado Corazón de Jesús es un emblema con la imagen del Sagrado Corazón y la divisa: "¡Detente! El Corazón de Jesús está conmigo. ¡Venga a nosotros Tu Reino!"
El uso del Detente es un medio de manifestar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús; señal de nuestra confianza en su protección contra los ataques del demonio y los peligros de todo tipo.
Además, el Detente nos ayuda a recordar las promesas del Sagrado Corazón de Jesús; es un símbolo de nuestra confianza en la protección divina, una señal de nuestra súplica y fidelidad a Nuestro Señor y una petición para que Él haga nuestros corazones semejantes al suyo.
Origen del Escudo del Sagrado Corazón de Jesús o Detente.
La piadosa práctica de llevar la imagen del Sagrado Corazón de Jesús bajo la forma de escapulario, fue recomendada por santa Margarita María de Alacoque . El Señor desea que se le mande hacer una lámina con la imagen de su Sagrado Corazón, a fin de que todos cuantos quieran rendirle sus homenajes , puedan tenerlas en sus casas, y otras pequeñas para llevarlas encima.
En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:
1- Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
2- Les daré paz a sus familias.
3- Las consolaré en todas sus penas.
4- Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
5- Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
6- Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
7- Las almas tibias se volverán fervorosas.
8- Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
9- Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
10- Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
11- Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
12- Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.
El Santo Padre,el Papa Pio IX, bendijo el Detente con estas palabras : «Doy mi bendición a este Corazón de Jesús y quiero que todo lo que se haga conforme a este modelo reciba esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra
El «Detente» significa: ¡«Detente»! Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, infierno, que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.
Vivimos en medio de una sociedad no cristiana , rodeados de tentaciones interiores y exteriores, pero tenemos el ”Detente “ para salir victoriosos.
(Fuente: conocereisdeverdad.org
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