El domingo
En el primer día de cada semana, llamado día del Señor o
domingo, la Iglesia, según una tradición apostólica que tiene
sus orígenes en el mismo día de la Resurrección de Cristo,
celebra el misterio pascual. Así pues, el domingo ha de ser
considerado como el día festivo primordial (NUALC, núm. 4).
Puesto que el día del Señor es el núcleo y el fundamento del
año litúrgico por medio del cual la Iglesia despliega todo el
misterio de Cristo, el domingo solamente cede su celebración
a las solemnidades y a las fiestas del Señor; pero los
domingos de Adviento, de Cuaresma y de Pascua tienen precedencia
sobre todas las fiestas del Señor y sobre todas las
solemnidades. Las solemnidades que coincidan en estos domingos
han de celebrarse el lunes siguiente (v. gr. San José,
Anunciación del Señor, Inmaculada Concepción).
Cuídese que el domingo se presente e inculque a la piedad
de los fieles como el día festivo primordial, de tal manera
que también sea día de alegría y de liberación del trabajo
(cf SC 106).
"Destilad, cielos, el rocío de lo alto y que las nubes lluevan al Justo, ábrase la tierra y brote al Salvador. Los cielos cantan la gloria de Dios y el firmamento pregona cuán grandes son las obras de sus manos".
sábado, 12 de abril de 2008
El Calendario Litúrgico
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