La palabra Adviento proviene del latín
"Adventus" que significa la venida. En un principio con este término
se denominaba al tiempo de la preparación para la segunda venida de Cristo o
parusía y no el nacimiento de Jesús como ahora lo conocemos. Haciendo
referencia a este tiempo la primitiva Iglesia meditaba sobre los pasajes
evangélicos que hablan del fin del mundo, el juicio final y la invitación de
San Juan Bautista al arrepentimiento y la penitencia para estar preparados.
No se sabe desde cuando se comienza a celebrar. En
los antiguos leccionarios de Capua y Wursemburgo hacen referencia al Adventus
Domini. En los leccionarios gregoriano y gelasiano se encuentran algunas
plegarias con el título de Orationes de Adventu. Más tarde comienzan a
aparecer las domínicas ante Adventum Domini, en las cuales al término
adventus se le asocia con la preparación a la Navidad.
A pesar de que esta temporada es muy peculiar en
las Iglesias de Occidente, su impulso original probablemente vino de las
Iglesias Orientales, donde era común, después del Concilio ecuménico de Efeso
en 431, dedicar sermones en los domingos previos a la Navidad al tema de la
Anunciación. En Ravena Italia - un canal de influencia oriental a la iglesia de
Occidente - San Pedro Crisóstomo (muerto en 450) daba estas homilías o
sermones.
La primera referencia que se tiene a esta temporada
es cuando el obispo Perpetuo de Tours (461-490) estableció un ayuno antes de
Navidad que comenzaba el 11 de Noviembre (Día de San Martín). El Concilio de
Tours (567) hace mención a la temporada de Adviento. Esta costumbre, a la cual
se la conocía como la Cuaresma de San Martín, se extendió por varias iglesias
de Francia por el Concilio de Macon en 581.
El período de seis semanas fue adoptado por la
Iglesia de Milán y las iglesias de España. En Roma, no hay indicios del
adviento antes de la mitad del siglo VI AD, cuando fue reducida - probablemente
por el Papa Gregorio Magno (590-604) - a cuatro semanas antes de Navidad. La
larga celebración gala dejó su presencia en libros de uso litúrgico como el
Misal de Sarum (Salzburgo), que era muy usado en Inglaterra, con su domingo
antes de Adviento. La llegada de Cristo en su nacimiento fue cubierta por un
segundo tema, que también proviene de las iglesias galas, su Segunda venida al
final de los tiempos. Este entretejido de temas de los dos advientos de Cristo
da a la temporada una tensión particular entre penitencia y alegría en la
espera de Cristo que está por "venir".
(Fuente: Churchforum)